jueves, 20 de octubre de 2011

Erupción de El Hierro de 2011

La erupción volcánica de El Hierro de octubre de 2011 se refiere a la erupción volcánica submarina iniciada el 10 de octubre de 2011, en la isla de El Hierro, en el archipiélago canario, en España. A la espera de un bautizo popular, el nombre científico del nuevo volcán submarino es 1803-02.



El 10 de octubre de 2011, a las 6:02 horas, los aparatos de medida del Instituto Geográfico Nacional revelaron el tremor producido por el flujo de magma en algún punto mar adentro a 5 kilómetros de la costa y a 900 metros de profundidad.
A pesar de la falta de datos directos en los primeros momentos, que no permitió saber si lo que había salido era el magma o solo emisiones gaseosas, y de las dudas expresadas por algunos expertos, se consideró que se trataba de la primera erupción volcánica producida en España desde el año 1971, cuando el volcán Teneguía, en la isla de La Palma, también en Canarias, entró en erupción.
El mismo día 10, la dirección Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (PEVOLCA) confirmó el inicio del proceso eruptivo, informó de la aparición de peces muertos, y mantuvo la situación de semáforo amarillo, al considerar "la erupción se desarrolla sin riesgo para la población". Además recomendó a los ciudadanos de esta Isla que "realicen sus tareas habituales con normalidad" y añadió "que no existe impedimento para el desarrollo de la pesca o cualquier actividad subacuática, dado que el fenómeno volcánico se sitúa a gran profundidad". Un día después, el 11 de octubre a las 14:00 horas, el Comité de Dirección del Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (PEVOLCA) decidió elevar el semáforo de riesgo volcánico a color rojo (fase 1 de 4), fase de emergencia, situación de alerta máxima, para la zona concreta de La Restinga, lo que dio lugar al desalojo de los habitantes de dicho núcleo costero, donde residen 547 personas, que fueron concentradas en el campo de fútbol, para ser trasladados posteriormente a otros lugares de la Isla, principalmente El Pinar y Valverde, así como limitaciones en las actividades marinas y aéreas.
Ese mismo día 11, se observaron dos manchas verdosas debidas a emanaciones sulfúreas, lo cual se atribuyó a que la erupción tenía al menos dos focos, uno a dos millas náuticas (3,7 kilómetros) y 750 metros de profundidad, y otro a 1,5 millas (2,8 kilómetros) y 500 metros bajo el mar, ambos al suroeste de La Restinga.
El 15 de octubre, desde un helicóptero, científicos del Instituto Geográfico Nacional y del Centro Superior de Investigaciones Científicas detectaron en la superficie del mar a unos 2,4 Km de la costa, numerosos fragmentos de lava humeante en suspensión, en un perímetro de, aproximadamente, 100 metros y rodeados de hileras de burbujas gaseosas. Asimismo, observaron un cambio en la coloración de la cabecera de la mancha, más oscura y con aspecto turbulento, circunstancias que achacaron a una erupción submarina de tipo fisural en aguas someras a menos de 150 metros de profundidad, correspondiente a la primera fase de una erupción surtseyana.
Este hecho elevó el nivel de alerta ante el temor de en este tipo de erupciones, surtseyana, (bautizada así por la erupción en Surtsey, Islandia, en 1963), el agua vaporizada y trozos de lava pueden ser proyectados a gran distancia. La situación de emergencia en semáforo rojo, nivel 1, llevó a ampliar el perímetro de seguridad alrededor de La Restinga, cerrar el acceso al pueblo, permitido hasta entonces bajo vigilancia de los servicios de seguridad para tareas indispensables, y prohibir la navegación marítima y aérea, por lo que el único barco de investigación presente, el "Profesor Ignacio Lozano" desplazado un día antes a la zona afectada, tuvo que regresar a puerto.

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